Trajes y Accesorios en el Imperio Chino. Concubinas Imperiales.




emperador chino rodeado de eunucos y concubinas. IA





La difícil vida de las concubinas en el Imperio Chino







La figura de la concubina en China tienen una tradición milenaria. Es conveniente precisar, y ello con el fin de evitar confusiones, que la concubina es una figura institucionalizada en la tradición milenaria China, no es la esposa, pero su estatuto no tiene nada que ver con el de una prostituta. Todos los emperadores chinos mantuvieron una primera esposa o emperatriz, que no tenía por que ser única, es decir, podían existir varias emperatrices, y además, un número variado de concubinas. Todas ellas residían en el Palacio Imperial y todas ellas tenían la misma aspiración: dar un heredero varón al emperador y que además fuera su único heredero. Como se verá esta era una empresa harto difícil. Vista la numerosa concurrencia de aspirantes capaces de generar infinita suerte de intrigas, a las cuales, podían añadirse las propias de esa peculiar casta funcionarial que constituían los eunucos de palacio. El éxito de una maternidad de esta naturaleza podía merecer el trono imperial, obviando para ello incluso los derechos de la propia emperatriz. El fracaso tenía sin embargo importantes riesgos, acarreaba con frecuencia la muerte, a veces de la forma más espantosa (defenestración de la madre y el hijo, enterramientos en vida, mutilaciones, etcétera). La presencia y cantidad de las concubinas era variable e iba desde algunos centenares a varios miles. La tradición China establece una relación directamente proporcional entre el poder de un emperador y su capacidad para mantener al mayor número de mujeres (en todos los sentidos).
     Este fenómeno vendría señalado por el principio taoista del equilibrio de la naturaleza, lo cual se conseguiría mediante la concurrencia de dos fuerzas: el Yang (fuerza masculina) y el Yin (fuerza femenina que además mantenía la vitalidad del emperador). Ello explicaría como.  El emperador o Yang precisaría tantas mujeres o Yin para encontrar en su abundancia el equilibrio de la Naturaleza: cuantas más mujeres en el otro lado de la balanza mayor era su vigor. Existe también una expresión popular, quizás más ilustrativa, la cual sostiene que una tetera puede llenar varias tazas pero que nunca una taza puede colmar varias teteras.



Emperatriz Viuda Cixi
Emperatriz Viuda Cixi


     Una concubina que llegó a ser emperatriz (aunque no  es un un caso único) fue la llamada Emperatriz viuda Cixi, concubina del emperador Xian Feng. Reinó entre 1861 y 1908, lo que constituye un periodo extraordinariamente largo, vista la historia de China. Mató a su hijo para hacerse con el trono y su figura queda reflejada, injustamente sea dicho, en la película 55 días en Pekín. Si Cixi gobernó por delegación, la llamada emperatriz Wu lo hizo con el firme propósito de establecer una dinastía propia. Hija de un comerciante de madera, entró en el Palacio Imperial como concubina del emperador Taizong (Dinastía Tang, siglo VII a X) y a su muerte lo fue de su heredero Gaozong, hecho este absolutamente inusual en la historia de China. Como lo es que el propio Emperador Gaozong, mientras la conservó como tal, perdió todos y cada uno de sus hijos por diversos motivos, lo que evidencia la decidida y cruel determinación de esta mujer por hacerse con el poder. Pese a que la historiografía socialista intentó atemperar su imagen de gobernante brutal y feroz, lo cierto es que Wu ordenó ejecuciones en masa, que en varios, casos presenció personalmente, como el de la antigua emperatriz, a la que, tras ordenar quebrar todos los huesos de sus extremidades, la dejó agonizar durante varios días dentro de una tinaja. La necrópolis donde descansan los restos de la emperatriz Wu sólo puede reconocerse desde la distancia por sendas colinas, rematadas ambas con una torre de vigilancia (ciudad de Xi'an). La leyenda dice que ambos promontorios le recordaban al emperador Gaozong los pechos de su concubina favorita. Otra paradoja de la historia bien puede unir a Cixi y Wu, y es la que refiere a su gusto por la leche humana, que solían consumir; Cixi directamente de los pechos de dos matronas sometidas a una estricta dieta, mientras que Wu lo hacia de su sobrina: Gouchu, a la que probablemente ordenó envenenar. La creencias populares sostenían que alimentarse de la leche humana podía prolongar la vida de un hombre hasta los cien años.
       La institución del concubinato desapareció en China con la Revolución. Aun así a Mao se le reconocieron varias amantes que de facto cumplían el mismo papel que las concubinas imperiales. Hong Kong, colonia británica hasta el año 1997, aguantó incluso hasta el año 1971 para suprimir legalmente la institución del concubinato. En la China actual la figura de la concubina se ha metamorfoseado en  la "ernai"; una amante muy lejana de aquella imagen idealizada y sumisa de las concubinas imperiales. Abre nuestra entrada un vestido de concubina usado durante la dinastia Quing que reinó en China de los años 1644 a 1911. Se expone en el museo de la ciudad de Nanjing


Concubinas imperiales. Hacia 1880
Concubinas imperiales. Hacia 1880
Vestido de fiesta para Concubina Imperial 1736-1795
Vestido de fiesta para Concubina Imperial 1736-1795
Sombrero concubina Imperial. Dinastia Qing
Sombrero concubina Imperial. Dinastia Qing
Chaqueta de equitación
Chaqueta de equitación