Roma. Ropa interior y ropa exterior en la República y el Imperio




Toga romana IA



El vestido en la antigua Roma



Genéricamente los romanos distinguían entre la ropa exterior: Amictus y  la  ropa interior: Indutus. La ropa exterior viene marcada sobre todo por la Toga, un traje nacional con el que se distinguían los ciudadanos romanos. Solía ser de lana blanca, aunque el pueblo llano utilizaba colores oscuros. La toga tiene una larga tradición en su forma e incluso en su manera de portarla. Durante los últimos años de la República y durante el Imperio se trataba de un amplia trozo de tela semicircular, escotada, con el fin de que se adaptara en lo posible al cuello. Un toga clásica debía permitir la formación de pliegues que incluso recibían nombre, tal es el caso del sinus,  anabolium (que nunca debe caer por debajo de la rodilla derecha), umbo, (ancha franja transversal que atraviesa el pecho y parte de la espalda, y cuya parte mas ancha recibe el nombre de contabulatio) y la ruga. La toga moderna fue la de Augusto, un hombre que al parecer usaba calzado con alzas debido a su baja estatura, pero que era extraordinariamente hábil en el manejo de los pliegues de la toga, lo que le confería un aire único de dignidad y elegancia. La complejidad de la toga exigía un severo aprendizaje, pero además una gracia especial del que no todo ciudadano disponía, se servían incluso de esclavos especializados en tal cometido. Autores como Ovidio y Petronio marcaron en diferentes momentos los patrones de la elegancia, de tal forma que una toga utilizada por un magistrado debía proponer una austeridad y severidad únicas, lo que no parecía ajustarse a la naturaleza vivaz de los varones jóvenes o a la petulante suficiencia de los "nuevos ricos". Un ejemplo extremo del uso de la toga lo manifiesta Julio Cesar cuando al caer herido de muerte, ante los pies de la estatua de Pompeyo, decidió cubrirse la cabeza para que su cuerpo, inerme,  agonizara bajo los pliegues de aquella toga con la dignidad de un guerrero y un legislador, privando a sus enemigos de esa postrera victoria.


Calíope a la derecha [musa de la poesía] y Sibila a la izquierda [una de las diez profetisas] En el centro un varón. Las figuras femeninas usan la Palla y el hombre una toga.
Calíope a la derecha [musa de la poesía] y Sibila a la izquierda [una de las diez profetisas] En el centro un varón. Las figuras femeninas usan la Palla y el hombre una toga.
Matrona sujetando su palla con la que se cubre parte de la cara
Matrona sujetando su palla con la que se cubre parte de la cara
Senador. Usa una toga candida, prenda blanca que llevaban los candidatos al cargo
Senador. Usa una toga candida, prenda blanca que llevaban los candidatos al cargo

     La dignidad de la toga era tal que solo estaba permitido su uso a los ciudadanos romanos. Prohibida a los desterrados y a los condenados por todo tipo delitos, la blancura de la toga (que no era nada fácil de conseguir pues debían emplearse entre otros productos, orina humana rancia asi como cenizas) era una marca de distinción entre los ciudadanos romanos y el resto de la numerosa población de Roma [San Isidoro de Sevilla sostenía que los visigodos en España aún utilizaban ocasionalmente la toga. Etimologías Cap. XXIV]. La toga praetexta era la propia de los magistrados, y la llamada Toga picta o toga púrpura exclusiva de los Emperadores. La toga era también la última indumentaria de un ciudadano romano pues era utilizada como mortaja. 
     Un tipo particular de prenda que también fue utilizada en Roma fue la clámide griega, que utilizaron tanto Escipión como  Sila. Se trata de una especie de manto que se fijaba al cuello mediante broches, era corto y cubría la espalda pero solo  hasta la parte inferior de las rodillas. Se impuso al final del Imperio entre los altos funcionarios del Estado y recibía el nombre de paludamentum, podía llegar hasta los pies  y reemplazaría a la toga hacia el siglo V d.C. La toga también era portada por las niñas hasta que alcanzaban la edad del matrimonio, renunciando entonces a la toga para utilizar la stolla y la palla. La primera era una túnica enrollada al cuerpo, y la palla era una suerte de largo manto, utilizado a veces como velo. 
     Los velos era otra prenda que formaba parte del Amictus. El velo es extraordinariamente antiguo [las mujeres ibéras lo utilizaban incluso antes de la romanización de La Península]. Las doncellas usaban el Flammeum en su matrimonio, algunos sostienen que era de color rojo, pero otros autores piensan que se trataba mas bien de un amarillo intenso, Rufo, un autor del siglo II d.C. decía que el flammeum era del color del rayo. Solo el esposo tenía derecho a retirar el flammeum,  una vez en la intimidad. La novia asistía a la ceremonia con una túnica blanca, recta, revestida de púrpura y otros adornos. También utilizaba un cinturón al que se le había practicado el llamado lazo de Hércules, que solo podía desatar el marido. El velo siempre cubriría la cabeza de una mujer casada, indicando así su estado civil, pero además como símbolo de pureza y autoridad del marido sobre ella.

Alto funcionario, hacia el siglo V d.C. Paludamentum, la versión romana de la capa griega. Decorada con una pieza rectangular llamada tablion. El paludamentum terminó por reemplazar a la toga como símbolo de poder y dignidad
Alto funcionario, hacia el siglo V d.C. Paludamentum, la versión romana de la capa griega. Decorada con una pieza rectangular llamada tablion. El paludamentum terminó por reemplazar a la toga como símbolo de poder y dignidad
Pudicita,  personificación  de la modestia y la castidad, se cubre la cabeza con discrección
Pudicita,  personificación  de la modestia y la castidad, se cubre la cabeza con discrección

     Las piezas interiores o Indutus la formaban la subcula, o túnica interior. Era común a los dos sexos y se pueden considerar como la camisa de Roma. Las mas estimadas eran las fabricadas con linos provenientes de la España citerior. Puede que estuviera elaborada con algodón, Virgilio menciona  la existencia de esta planta : "árboles que se cubren de una lana blanca y fina" y Plinio refiere que en el Alto Egipto existía un fruto con una especie de plumón que se hila y se teje. Sobre la subcula se disponía la túnica. La túnica era la pieza más importante del Indutus, llegaba por lo general hasta la rodilla, aunque las mujeres podían utilizarla con mangas y hasta los tobillos sujetándola con un cinturón, este tipo de túnica no era habitual en los varones debido a que se consideraba  afeminado. La stolla era propia de las matronas y se fijaba con dos cinturones, uno por debajo del pecho y otro sobre las caderas, permitiendo entre uno y otro la formación de numerosos pliegues. La palla era el vestido tradicional de las mujeres romanas y se colocaba sobre la stolla

     Otras piezas del vestuario romano que merecen ser destacadas eran la catulla, una falda femenina, el subligaculum; calzoncillo adoptado para la escena y los juegos públicos. La feminalia, unos calzones estrechos por debajo de la rodilla. La fascia pectoralis considerada como el precursor del sujetador pero que en este caso tenía como propósito impedir el desarrollo del pecho y La mamilla, un corsé con el mismo fin