Zapatos, Botas y Déspotas. Historia del Calzado (II)

Los zapatos telefono del Super Agente 86
Los zapatos telefono del Super Agente 86
Bertulli  es un artesano del calzado y suele trabajar con discreción,  pero siempre hay filtraciones. Además de las alzas especiales del presidente Sarkozy, también ha fabricado zapatos de parecidas características para el Presidente de Rusia: Puttin, y eso que a nosotros nos parecía mas alto. Aznar, el nuestro, (José María Aznar, presidente del Gobierno de España desde 1996 hasta 2004) también usa sus zapatos con alza, aunque no vimos nada extraño cuando puso sus pies sobre la mesa de su amigo Busch. Y Felipe González(*); vaya sorpresa, es un buen mozo. El Papa, cuyos zapatos de color rojo  llevan incluido el sello pontificio en la suela. Hasta Mussolini , otro bajito con garra: le colgaron boca abajo, botas incluidas, fabricadas por la misma casa. 


El gato con botas
El gato con botas
     Las botas van incluidas también en el paquete sobre la historia del calzado, dicen que tienen incluso mas componente psicológico que sus hermanos menores.   Los Turcos Otomanos, calzaban sendas botas acorazadas en su conquista de Constantinopla; cada una de ellas pesaba tres kilos. Estos pesados chismes debieron de inspirar a   Máximo Gorki, un escritor y revolucionario ruso, capaz de sostener que la victoria de la revolución y el socialismo estaba garantizada con el uso de unas buenas botas. Qué será que todos los sistemas autoritarios  se inclinan por la estética de las botas de caña. Hay excepciones claro, los revolucionarios cubanos, por ejemplo: bota baja hemos creído ver en las fotos del Che y Fidel. Sin embargo el dictador Stroessner de Paraguay y algún tiranuelo del Caribe, lucían sendas y lustrosas botas hasta las rodillas, muy buenas para ese clima húmedo de la zona….


     Pero botas, botas, las del gato de Perrault. (El gato con botas un cuento de Charles Perrault) Debían de ser horribles, por lo visto utilizaba las de un postillón, el operario de un coche de caballos. Duras como un leño, lo suficiente como para controlar los tiros de caballos con ellas. Algo que a Cenicienta y sus zapatitos de cristal no les hubiera ocurrido, vaya idea la de colocar un cristal en los pies. Tiene hasta su pase, por el tiempo y todo eso; en el año 2010 a un diseñador se le ocurrió lanzar un modelo de zapatos, también de cristal y al precio de 7.500 dólares. Más zapatos de fabula: los zapatos rojos de Christian Andersen, dan un poco de miedo y entran casi en el terreno de lo gore. En efecto, con esa radical rotundidad con la que se despachaban los moralistas, y con el fin de corregir cualquier defectillo de nada; una niña presumida, un niño desobediente, pongamos por caso; los zapatos en cuestión cobran vida en los pies de la desdichada Karen. La hacen bailar incansablemente, hasta el agotamiento más absoluto sin que la pobre niña pueda quitárselos, y ni mucho menos detener aquel agónico baile. Debería ser un cuento no autorizado para menores de 18 años porque al final la niña aprende la lección, pero solo tras amputarse las piernas con el fin de librarse de los zapatos rojos. Es la pura etica protestante: trabajo, moderación y discrección, que no está de mas recordar que las hogueras, en Europa, fueron especialidad puritana que no católica.

Zapatos contra el hambre
Zapatos contra el hambre
     Bastante menos feroces eran los zapatos del Super Agente 86, una serie de televisión de mediados de los sesenta: el agente utilizaba los zapatos como teléfonos. Una genial inspiración para los móviles. No nos extrañaría que los zapatofonos del agente estuvieran detrás de este invento. 
     Un tanto más para este objeto multiusos, Khrushchef, que fue lider de la Unión Sovietica se dedicó a aporrear con su zapato el estrado que ocupaba en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1960, mientras llamaba tonto al delegado de Filipinas. Por cierto, entre los funcionarios americanos encargados de velar y agasajar al líder soviético, el episodio del zapato es de orden menor, pues había que ver  el estado del cabello de su esposa, Nina, en la recepción que le ofreció Jacqueline Kennedy, esposa del Presidente de los EEUU. 

Khrushchef y su zapato en la Asamblea General de la ONU en 1960. Tiempos difíciles
Khrushchef y su zapato en la Asamblea General de la ONU en 1960. Tiempos difíciles
     Khrushchef  agraviaba al delegado filipino porque este había pedido libertad para los países sometidos a la opresión soviética. Y qué curioso, sería un antiguo zapatero, Nicolae Ceausescu, líder de Rumania, el primero que se atrevería a desafiar al poder Soviético. En treinta años de dictadura, este Ceausescu, aparte de cazar patos con ametralladoras y envenenar a sus oponentes políticos, permitió que su mujer se hiciera con la mayor colección de zapatos que nadie haya poseído jamás en la historia, más de 2.500 pares.


(*) Felipe González Márquez: Fue Presidente del Gobierno de España desde el año 1982 hasta el 1996


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