El uso que damos a nuestras manos es lo que nos diferencia de las demás especies. En realidad somos unos animales prensiles, y esto es únicamente posible gracias a nuestros dedos. Somos lo que somos gracias a ellos. A nosotros nos llama la atención uno en particular, el pulgar – de hecho se le considera un dedo aparte, con solo dos huesos y no tres como el resto- y les vamos a decir el porqué: todos los movimientos finos, las aprehensiones delicadas, el trabajo de precisión en definitiva, es debido a su movimiento que es totalmente opuesto al de los otros cuatro, lo que permite a la mano funcionar como una tenaza. Con ser el mas bajito y quizás el menos vistoso de los cinco, es sin duda el que nos ha permitido bajar de los árboles para empezar a manejar herramientas.
Los romanos ya valoraban grandemente su gran utilidad, pues con esa capacidad resolutiva de los pueblos clásicos, acostumbraban amputarlo a aquellos que se negaban a servir en el ejercito para privarles así del uso de la espada. En el dedo pulgar, en su raíz exactamente, se encuentra la parte consagrada al Veda, según la tradición hindú. En cuanto al meñique, su utilidad parecía haber quedado reducida a eso que se llama campanear en el pabellón auditivo con el fin de aliviar los picores internos del odio, pero los músicos lo encuentran irresistible e imprescindible para sus ejecuciones musicales. Curiosamente este dedo, y siguiendo esa línea un poco desagradable de las amputaciones es, de los cinco, el más frecuentemente sacrificado. En las islas Fiji se lo cortan por el fallecimiento del Rey, las mujeres pigmeas lo hacen por la muerte de un hijo. También en La India. Los bosquimanos…. en fin El índice según algunos es el más expresivo, con eso de servir para señalar parece justificar con creces su presencia. El más largo, llamado también nefando o medio, es el protagonista de un gesto algo soez que también parece tener su historia. Este dedo sí que es vital en la construcción del lenguaje para sordomudos ¿Cúal queda? Pues el corazón o anular. Al parecer tenemos en el dedo este a todo un personaje; un dedo testigo de los niveles de una hormona: la testosterona, que a decir de algunos es la responsable también, por estar detrás del riesgo y la agresividad, de grandes avances en la humanidad.
Cuanto mas largo sea este dedo mayores niveles de testosterona posee el individuo en cuestión. Al parecer el dedo anular es un testigo de la primera caverna ancestral, el útero de nuestras madres. Su tamaño es un indicador de los niveles de testosterona a los que hemos estado expuestos y esta hormona, como ya sabemos, es la que marca los caracteres sexuales de los varones: el vello pero también la calvicie, el crecimiento músculo esquelético y la líbido de los varones notablemente superior al de las féminas y también la agresividad.
En fin la masculinidad, a la luz de estos datos, ya puede ser perfectamente visible: nos basta con mostrar la palma de nuestras manos. A mayor longitud del dedo mayor masculinidad. Los hipermachos testosteronizados sufren sin embargo una mayor porcentaje de tumores de próstata que el resto, cosa lógica ya que lo tratamientos actuales para el cancer de próstata consisten mas o menos en una castración química al reducir los niveles de testosterona. Debe ser el precio a pagar por una vida de hiperactividad sexual porque aquí vienen las extensiones del estudio. Según algunos neurobiólogos estos sujetos serian como un imán para el sexo femenino que, como herencia evolutiva, los encontraría más atractivos y deseados porque la calidad y cantidad media de sus espermatozoides es mayor que en la del resto de la población masculina.
En determinadas fechas del ciclo mensual, en las que mayor probabilidad de embarazo hay, parece que las féminas se sienten atraídas por este tipo de sujetos, machos tipo únicamente porque les garantiza una prole sana y vigorosa. Aunque una vez asegurado su embarazo, y también por imperativo genético, y para el cuidado y seguridad de su prole, sus preferencias se derivan hacia otro tipo de sujeto con caracteres masculinos menos intensos. Mas o menos un macho light
Pero esto no es todo. Ya hace más de un siglo que se había observado que las mujeres suelen tener el dedo índice y el anular casi de igual longitud, a este patrón se acercarían los varones homosexuales. Mientras que los varones heterosexuales tienen el dedo anular mas largo que el índice, modelo al que también se ajustarían las mujeres homosexuales.
Se han efectuado también estudios sobre las habilidades escolares de jóvenes estudiantes, y aquellos que se ajustan a los patrones masculinos (dedo anular más grande que el índice) son más eficaces en la resolución de problemas matemáticos.
Como se ve, el dedo anular se ha convertido en un autentico tesoro informativo y su longitud puede señalar tanto un hombre de éxito en los negocios como a un delincuente por exceso de agresividad. Los autistas, por ejemplo, muestran una notable longitud del dedo anular, lo que ha llevado a definirlos como sujetos de cerebro masculino hiperbólico. Los deportistas en general, e independientemente de su sexo, obtienen mejores resultados si su dedo anular es mas largo que el índice. En cambio este patrón masculino determina que las féminas que poseen ese patrón masculino en su dedo anular sufran mas ovarios poliquísticos y osteoartritis. Los niños con dedos anulares cortos por lo visto están sujetos a más riesgos de sufrir a edades relativamente tempranas enfermedades cardiacas y depresiones cuando son adultos
Todo esto claro hay que tomarlo con la debida precaución a pesar del peso de las entidades que lo avalan, universidades de Cambridge, California, Concordia de Montreal, que parecen conferir cierta autoridad a los supuestos. Y eso que hasta en el mundo del conocimiento últimamente se observa la emergencia de marcas B, es decir una producción científica de baja intensidad y calidad. pero de alto impacto comunicativo destinada a satisfacer requisitos presupuestarios. No sé si nos explicamos.